Doritos se mete en el Upside Down: snacks edición Stranger Things
Doritos x Stranger Things mezcla nostalgia ochentera con sabor crujiente y lanzamiento limitado.
CINE
Alejandro Roldán
10/2/20253 min leer


Netflix no es la única que vive del nostalgia-marketing bien ejecutado. Doritos ha metido el pie con fuerza en el universo Stranger Things lanzando una edición limitada de snacks inspirados en la serie, y no como un simple logo pegado en una bolsa random. Esta campaña cruza cultura pop, estrategia de producto y una ejecución que merece análisis.
¿Qué ha hecho Doritos?
La historia es simple: PepsiCo (la marca detrás de Doritos) ha creado tres nuevos sabores/variantes de Doritos inspirados directamente en el mundo de Stranger Things. Estarán disponibles por tiempo limitado y vienen acompañados de una campaña que busca captar tanto a fans de la serie como a consumidores casuales que sienten nostalgia por los 80s.
No es solo colocar la cara de Eleven en una bolsa:
• Las variantes tienen nombres y diseños que hacen referencia a elementos del show.
• La estética del packaging se apropia de la iconografía de la serie (luces, tipografías retro, Paleta Hawkins).
• La campaña va acompañada de activaciones digitales y presencia en redes.ç
¿Por qué esto importa?
Que una marca de snacks haga una colaboración con una IP gigante no es noticia per se. Pero hay niveles: Doritos ha conectado dos mundos que normalmente van por separado:
1. Nostalgia + Producto físico real.
No es un merch caro ni un objeto coleccionable inútil: es comida que la gente va a consumir. Eso baja la barrera entre “producto de fans” y consumo cotidiano.
2. Marketing con sentido de cultura pop.
La campaña no solo dice “mira, esto es Stranger Things”, sino que empata la estética y las sensaciones de la serie con el producto. Eso hace que no se sienta forzado.
3. Todo aquí tiene un porqué comercial.
Esto no fue una colaboración “porque sí”. Doritos está buscando conectar emocionalmente con generaciones que crecieron con la serie y con consumidores nuevos que ven Stranger Things como parte de su cultura pop.
¿Es solo un truco de marketing?
Depende de cómo lo mires, pero hay puntos a favor y en contra:
A favor:
• La campaña tiene coherencia estética y narrativa con la IP.
• Puede activar compras impulsivas simplemente porque algo está “de colección”.
• Amplía el reach de la marca sin invertar del todo nuevos productos (es edición limitada).
En contra:
• Si el sabor no acompaña, la edición limitada termina siendo solo packaging bonito.
• Depende enormemente del hype y de que Stranger Things mantenga tracción popular. Si la serie se enfría, esto puede verse como oportunismo.
• Para algunos consumidores con radar anti-marketing, esto puede sentirse como collab por collab sin valor real.
Ojo con el “efecto red”
Más allá de las bolsas, Doritos está jugando a ser parte de la conversación cultural, no solo un snack. Esto tiene dos efectos:
• Genera contenido social sin tener que pagar por cada post (UGC).
La gente hará memes, comparará sabores, dirá “la bolsa es más hype que el sabor”. Todo eso genera ruido real en redes.
• Mantiene a la marca relevante frente a competidores.
La industria de snacks es muy competitiva. Colaboraciones así hacen que Doritos no sea solo un sabor más en el súper, sino un acto cultural temporal.
Lo que realmente marca la diferencia
Esto no es un simple producto co-firmado con Netflix. Es una estrategia de marca consciente que:
• Aprovecha una IP poderosa
• Añade valor emocional al producto
• Usa estética y nostalgia en lugar de solo logos
• Invita a redes y conversación
Y eso no lo hace cualquiera.
Este tipo de colaboraciones va a ser la norma: marcas físicas + universos digitales/populares. Ya no es suficiente tener anuncios bonitos en TikTok o banners en streaming. La gente quiere razones culturales para recordar una marca, no solo verla. Doritos lo ha entendido y ha apostado por ello.